miércoles, 2 de octubre de 2024

FELIPE MAC GREGOR S.J. (1914-2004)

Fuente: PuntoEdu - PUCP

Este 2 de octubre se conmemoran 20 años de la pascua del padre Felipe Mac Gregor, intelectual jesuita peruano y rector emérito de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Su huella en la historia de la PUCP, de la Iglesia católica y de la Compañía de Jesús en el Perú es significativa y sus ideas sobre la universidad, los derechos humanos y la cultura de paz trascendieron nuestras fronteras. 

En homenaje a este memorable personaje, comparto una breve biografía, concentrándome en sus aportes a la PUCP. Y ojalá esta efemérides anime a que investigadores de diversos campos se animen a explorar más la fascinante figura del padre Mac Gregor. 

Infancia y juventud. Felipe Mac Gregor nació en el Callao un 14 de setiembre de 1914. Sus padres fueron Andrea Rolino y Carlos Mac Gregor. Por la temprana muerte de sus padres, sus primeros años fueron algo movidos pasando por distintos lugares. Estudió hasta 2º de primaria en el colegio San José de los Hermanos Maristas en El Callao, interrumpiéndolos por la muerte de su madre y su traslado a Huacho a la casa de su abuela. Regresó a Lima para iniciar la secundaria en el San Vicente de Paul, terminando en el colegio jesuita san José de Arequipa. Tras la muerte de su padre en setiembre de 1926, quedó al cuidado de su tía Lastenia. De primera intención, Mac Gregor quiso ser marinero, por influencia de su papá que era empleado de la Compañía Nacional de Vapores, pero, a los 16 años, fue rechazado en el examen de admisión por problemas físicos. Preocupados por verlo devastado, su tía Lastenia le presentó al padre jesuita Francisco Javier Lecocq, con quien tejió un vínculo que lo llevó a decidir entrar a la Compañía de Jesús.

Formación en la Compañía de Jesús.  Ingresó a la Compañía de Jesús el 26 de marzo de 1931, realizando las dos primeras etapas de su formación religiosa, el noviciado y el juniorado, en Córdoba (Argentina). Luego, pasó a Buenos Aires, para estudiar Filosofía y Teología en el Colegio Máximo de San Miguel con un paréntesis de enseñanza escolar en los colegios jesuitas de San Calixto de La Paz (Bolivia) y la Inmaculada de Lima. Al culminar su formación fue ordenado sacerdote en Buenos Aires el 23 de diciembre de 1944. Posteriormente, realizó una maestría y un doctorado en Filosofía en la Universidad de Fordham (Nueva York), experiencia que marcaría mucho su visión de la educación y sus responsabilidades futuras.

Inicios de su carrera como educador. De regreso al Perú en 1948, sus superiores lo asignaron como profesor en el Colegio de la Inmaculada (llegando a ser su rector entre 1951 y 1954) y se incorporó a la Universidad Católica como profesor de Lógica y Ética. De esta manera, se inició su larga trayectoria en la educación, su principal campo de acción.

Desde muy joven, el padre Mac Gregor fue reconocido por sus talentos como buen organizador y promotor de la educación. En 1953, se convirtió en el primer presidente del Consorcio de colegios privados de la Iglesia y, en 1954, los obispos peruanos los nombraron como el primer director de la Oficina Nacional de Educación Católica. Fundó y asesoró la Unión Nacional de Empleadores Católicos (UNDEC) en 1956, con la cual formaron la Universidad del Pacífico en 1962 para la formación ética y especializada de profesionales en Economía y Administración. 

En 1958, el superior general de los jesuitas, el padre Juan Bautista Janssens, lo designó como superior de la viceprovincia del Perú, siendo el primer peruano en asumir este encargo desde su retorno en 1871, luego de su expulsión de 1767.

Felipe Mac Gregor en la inauguración de la Facultad de Ciencias Sociales (1966)

Rector de la PUCP. Toda esta larga experiencia de gestión, se volcó a favor de la PUCP cuando, en 1963, fue nombrado rector. El rectorado del padre Mac Gregor, que duró hasta 1977, significó una “refundación” de la Universidad, que consolidó su calidad académica, su prestigio institucional y su espíritu de servicio a la sociedad peruana. Con el apoyo de la Fundación Ford, se diseñó un plan de reforma integral de la Universidad en el plano académico, administrativo y financiero. Se realizó una revisión de los currículos de las especialidades existentes como Derecho, se creó la Facultad de Ciencias Sociales, y se expandieron los programas de Ciencias e Ingenierías. Asimismo, se crearon los Estudios Generales, tanto de Letras como de Ciencias. Se alentó la enseñanza de Teología como fuente de inspiración para el quehacer académico y profesional, incorporando a teólogos que destacarían en la vida de la Universidad y de la Iglesia peruana como los padres Gustavo Gutiérrez, Luis Fernando Crespo y Felipe Zegarra.

En ese periodo, se realizó el traslado de las facultades de los locales del centro de Lima al campus universitario del Fundo Pando, terrenos donados por José de la Riva Agüero y Osma. Asimismo, empezaron a contratarse profesores a tiempo completo, y a promover el intercambio internacional de docentes y la repatriación de profesionales para el perfeccionamiento de las nuevas especialidades. 

Le tocó aplicar la reforma universitaria de 1969, y defendió el cambio en el sistema de gobierno de la PUCP, que pasó de ser gobernaba por un Consejo de Gobierno presidido por el arzobispo de Lima a un régimen democrático regido por una Asamblea Universitaria con los representantes elegidos de los miembros de la comunidad universitaria.

Visión de la universidad católica. Su visión de la Universidad estuvo marcada por el Concilio Vaticano II y su llamado a que la Iglesia católica entrara en un diálogo con los valores de la modernidad para así responder mejor a los profundos cambios sociales de la década de 1960. En su condición de rector de la PUCP, en 1967, participó de la elaboración del documento de Buga, que fue una lectura crítica sobre el rol de las universidades católicas en la construcción de sociedades justas y solidarias en una América Latina marcada por la desigualdad y la pobreza. Una de sus conclusiones afirmaba que estas instituciones debían ser “conciencia viva de la comunidad humana a la cual pertenecen”. 

Asimismo, en 1968, dio el discurso central en el VIII Congreso Mundial de Universidades Católicas en Kinshasa (Congo) organizado por la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC) de la cual llegó a ser vicepresidente. Estas palabras de su discurso resumen bien su visión de las universidades católicas: “Autónoma, enraizada en la sociedad a la que sirve, cultivando las Ciencias o las Letras, la Universidad debe ser capaz de encontrar las soluciones a los problemas planteados por el cambio social y la permanente y casi vertiginosa transformación de la sociedad”.


Felipe Mac Gregor concelebrando la Eucaristía con los profesores sacerdotes Gustavo Gutiérrez, O.P., y Manuel Marzal, S.J.

Fuente: Archivo PUCP

Promotor de los estudios sobre cultura de paz y derechos humanos. Al culminar su rectorado, Mac Gregor se reincorporó a la vida académica y se concentró en promover los estudios sobre cultura de paz y Derechos Humanos. En plena emergencia del conflicto armado interno en el Perú, en 1983, fundó la Asociación Peruana de Estudios e Investigación para la Paz, donde dirigió a un equipo multidisciplinario para explicar las raíces y las dimensiones de la violencia en nuestro país, así como elaboraron materiales educativos para la promoción de una cultura de paz. Durante los años ochenta y noventa, por su autoridad académica y solvencia moral, apareció en diversos medios de comunicación como una voz autorizada para reflexionar sobre las causas de la crisis nacional y firme en la denuncia de las violaciones de los Derechos Humanos por los grupos subversivos o las Fuerzas Armadas, así como del autoritarismo del gobierno de Alberto Fujimori.

Reconocimiento público nacional e internacional. El padre Mac Gregor fue una figura nacional e internacionalmente reconocida por sus aportes a la educación y la promoción de la paz como condición para el desarrollo social. Integró el Consejo de la Universidad de las Naciones Unidas en los periodos 1977-1983 y 1989-1995. En 1985, recibió las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta, así como la Orden del Sol del Perú en el grado de Gran Cruz en 1999. La UNESCO le otorgó la Medalla Gandhi en 2000 por sus aportes a la definición del concepto de cultura de paz.

Falleció un 2 de octubre de 2004 a los 90 años de edad.

El padre Mac Gregor en la inauguración del Coliseo Polideportivo (2004)

Para conocer más sobre el padre Mac Gregor